Desde el desierto más árido del mundo, Lucía hace hidroponía y ejerce su profesión dentro de un trabajo en equipo que desarrolla junto con su familia. Una historia que deja ver los climas extremos a los que se deben enfrentar nuestro jóvenes agricultores.
De los valles centrales a la Isla de Pascua hasta las estepas patagónicas a los desiertos del norte, Chile es un país de climas extremos. Lo que no es impedimento para que INDAP, a través de sus 140 puntos de atención, esté presente a lo largo de todo este territorio, encontrándose con jóvenes agricultores como Lucia Navarro Gonzalez, quien luego de graduarse como Psicóloga regresa a su desierto, el más árido del mundo en la Región de Antofagasta, para trabajar con hidroponía.
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